Alerta de tsunami, seguro para tripulación en altamar para botes y barcos
En los barcos pueden ocurrir emergencias. Y cuando pasan, lo que había sido un plácido paseo se puede convertir, instantáneamente, en una pesadilla
Es normal querer llevar a nuestros amigos a disfrutar de nuestro nuevo barco. Lo cierto que los barcos no son para todo el mundo. Muchos se marean a los diez minutos de zarpar, y esperan ansiosos la vuelta a tierra firme. El bamboleo entre las olas puede llegar a ser incómodo y hay que protegerse de las insolaciones.
No se trata únicamente de incomodidad. Un poco de espíritu aventurero hace maravillas para afrontar adversidades y, a menudo, las travesías devuelven el tiempo invertido con una cala de aguas cristalinas, relativizando la severidad del trayecto.
Estar en un barco no se trata simplemente de subirse y esperar lo mejor. Es necesario conocer procedimientos de seguridad y cómo estar. Son espacios pequeños, los barcos (a menos que contemos con un buque de más de 60 pies). En ellos, hay que procurar no estorbar en el paso o en ninguna maniobra, evitar no asirse de ningún punto poco resistente (es fácil distinguirlos) e intentar mantener los ánimos de la tripulación elevados. O al menos, no hundirlos con quejas y comentarios.
La autoridad es el capitán, y hay que escuchar y obedecer sus órdenes. Esto es especialmente cierto en caso de una emergencia, pues es la persona que mejor conoce al barco y los procedimientos a seguir. Puede ser una maniobra de hombre al agua (o un simulacro con un cojín); una llamada de auxilio por radio o una quilla encallada.
Porque esto sí es cierto, en los barcos pueden ocurrir emergencias. Y cuando pasan, lo que había sido un plácido paseo se puede convertir, instantáneamente, en una pesadilla.
De manera que al contratar esta póliza de seguro contra accidentes personales se disponga de una amplia cobertura, que le permite cancelar los diversos costos que van de la mano con recuperar su bienestar físico luego de un percance: Desde exámenes de rutina, pasando por honorarios médicos profesionales hasta la cancelación de servicio de quirófano en caso de ameritar una intervención quirúrgica.