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Una de las prácticas deportivas más peligrosas es la arquería o tiro con arco. Consiste en emplear un arco adecuado para el cuerpo, peso, y extensión de los brazos del arquero que propulsa las flechas a altas velocidades. Un arco para un hombre adulto suele pesar entre 22kg y 25kg, mientras que para una mujer suelen pesar entre 16kg a 19kg.

Esta práctica deportiva demanda que el arquero emplee sus reflejos y coordinación visual con respecto al manejo del arco. El arco debe ser agarrado con la mano opuesta al ojo dominante del usuario, y las flechas con la otra mano. Es decir, el usuario debe coordinar todo su cuerpo para poder usar ambos objetos de la mejor manera.

Pero eso no es todo, pues deben tomar una postura específica que consiste en el cuerpo perpendicular al objetivo y a la línea del tiro. Los arqueros amateurs deben practicar la postura ya que es la esencia de un buen tiro. A ello se le conoce como “postura abierta” donde incluso la posición de los pies y su separación es muy importante.

Al ser un deporte que impulsa objetos filosos a altas velocidades, se toma como un deporte de alto riesgo. Las flechas no siempre son impulsadas en línea recta, y en la práctica de un arquero amateur es más común. Esto puede conllevar a un accidente que repercute directamente en el arquero y que lo perjudique enormemente.

Los servicios que ofrecen estas pólizas de accidentes personales para arqueros y arqueras amateur son los siguientes: coberturas por muerte accidental, casos específicos de accidente comprobable donde ocurra una invalidez parcial o total, bien sea de forma permanente o temporaria. Las distintas pólizas que ofrecen las compañías en conjunto a sus planes pueden variar en precio, pero pocas incluyen los gastos médicos durante la internación, o los gastos del sepelio en casos mayores.