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Todo jugador deportivo debe encontrarse en sus mejores condiciones físicas para poder jugar
Considerado como el deporte con mayor exigencia física y mental, el rugby profesional y amateur es uno de los deportes más extensos y vistos en todo el mundo. Sus inicios en 1823 hablan de lo poco que se sabía de su dificultad, así como las reglas que más adelante se establecerían.
El rugby es una práctica deportiva de alto rendimiento, donde 2 equipos de 15 jugadores se enfrentan en un campo con dimensiones de 100 metros de largo por 69 metros de ancho. Las condiciones físicas que cada jugador debe poseer para recorrer dicho campo son altas. Ellos deben poder movilizarse con el peso del equipo protector a grandes velocidades.
Al estar entre los deportistas más conocidos a nivel mundial, ellos deben pasar por entrenamientos largos y fuertes que los dejan agotados. Esto influye en su desempeño en el campo y, por lo tanto, en su resultado en el juego.
Todo jugador deportivo debe encontrarse en sus mejores condiciones físicas para poder jugar. Para jugadores que no sean profesionales o bien sean amateur hay que tener un plan de acción rápida.
Muchos jugadores de rugby amateur pueden sufrir lesiones o sufrir alguna demanda por no seguir las reglas establecidas o ignorarlas. Es muy importante que ellos sepan estas reglas, además de que cuenten con un seguro para casos especiales y jurídicos.
Los servicios que ofrecen estas pólizas de accidentes personales para jugadores de rugby amateur son los siguientes: coberturas por muerte accidental, cobertura por lesiones graves, con o sin internación, casos únicos de accidente comprobable con invalidez parcial o total, ya sea de forma temporaria o permanente.
En el mundo de las compañías de pólizas ofrecen en su conjunto varios planes que cambian en precio, pero pocas incluyen los gastos médicos cuando existe la internación, o los gastos de las cirugías para mayores casos.
