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Las manos en el volante y el cinturón de seguridad bien puesto; seguro personal para transportistas que manejen vehículos

Este seguro contra accidentes personales le ofrece soporte para tratamiento clínico, y puede compensarle financieramente las repercusiones de un accidente que lo deje inhabilitado para trabajar

Un transporte es una serie de procesos de desplazamiento y comunicación. Para poder realizar estos procesos se precisa de un vehículo de transporte, sea por vía aérea, naval, o terrestre.

Un transportista que maneja vehículos es una persona capacitada y debidamente preparada para manejar un vehículo de traslado de personas o bienes, el cual ha de tener una licencia para poder ejercer esta función. Es, entonces, un profesional del transporte que puede trasladar mercancías o encomiendas de algún tipo, o a personas.

El que lo hace desde un camión, como es bastante común, es el llamado camionero. Este término se reserva a quienes conducen camiones muy grandes, se trasladan por autopistas, y movilizan grandes cantidades de mercancías.

Los riesgos laborales en el sector de transportes no pueden ser minimizados: hay riesgos tales como accidentes por colisión con otros vehículos, con peatones, o con superficies tales como árboles, muros o paredes; otros riesgos son las caídas por barrancos, o el atrapamiento o aplastamiento del vehículo por vuelco; contusiones y golpes durante choques o frenazos. Es una actividad laboral clave, sin duda, pero que hay trabajar con responsabilidad y seguridad.

Es por ello que usted debe tener las manos al volante y el cinturón de seguridad bien puesto.

Es así que el transportista debe cotizar y contratar una póliza de seguros que comprenda los accidentes y riesgos laborales propios de su oficio, y para ello las empresas aseguradoras han diseñado seguros contra accidentes personales para transportistas.

Por tal razón este seguro contra accidentes personales le ofrece soporte para tratamiento clínico, y puede compensarle financieramente las repercusiones de un accidente que lo deje inhabilitado para trabajar, entre otras; adquiera su seguro y esté tranquilo, que podrá solventar cualquier percance en su actividad laboral; manos al volante y el cinturón bien puesto, y deje que su seguro se encargue de lo demás.