Antigüedades y reliquias; seguro personal para vendedor de antigüedades que no reparta o repare
El vendedor de antigüedades debe adquirir su seguro personal, que lo proteja a toda hora, en todo lugar, ante todo trance, de manera que esté seguro y protegido para poder trabajar
Las antigüedades son esos objetos extraños, misteriosos, que nos revelan el pasado. Las antigüedades son marca y sello de la época de que provengan y, por ello, son una forma valiosa de viajar en el tiempo. Son, en verdad, testigos de la historia. Una buena antigüedad está abierta a que la interroguemos y echemos un vistazo a la época que representan.
Lo que da mayor valor y significado a una antigüedad es la manera en que nos abren nuevas perspectivas de modo que podemos casi vivir en tiempos pasados. Con cada nueva antigüedad, se abre una nueva perspectiva, y a más mejor.
Para facilitarnos la adquisición de estas valiosas antigüedades, necesitamos de vendedores especializados que sepan identificar, valorar y vender a las mismas de una manera que pueda satisfacer y ayudar al consumidor.
Por ello existen los vendedores de antigüedades, que suelen ser llamados anticuarios. Un vendedor de antigüedades, en este caso que no reparta ni repare, es una persona que se ocupa de comercializar este tipo de objetos históricos. Estos objetos por lo general son difíciles de conseguir pero el anticuario sabe cómo conseguirlos.
El perfil del anticuario es el de una persona que, ante todo, siente un profundo amor a la historia y a los objetos históricos, por lo que se apasiona cada vez que descubre o encuentra una nueva reliquia; es experto en reconocer y diferenciar estos objetos; además, tiene habilidades de venta, de comunicación ágil y eficaz, y sabe dar buena atención al cliente.
¿Qué riesgos conlleva ser vendedor de antigüedades? Todo depende. En una tienda de antigüedades suele haber muchos inflamables por lo que hay riesgo de incendio. También, debido a la antigüedad de los objetos, puede haber riesgo de contraer una enfermedad por el polvo. Las lesiones son riesgos que están siempre presentes.
Es por ello que el vendedor de antigüedades debe adquirir su seguro personal, que lo proteja a toda hora, en todo lugar, ante todo trance, de manera que esté seguro y protegido para poder trabajar y permitirnos mirar al pasado. Invierte en tu seguro.