Si eres un instalador o cortador de corchos, este es el seguro para ti
Es importante que la persona encargada de cortar o instalar el corcho cuente con un seguro de accidentes personales
El diseño de una habitación lleva consigo muchos elementos que lo convierten en uno habitable y funcional, o en uno tranquilo y ocasional. Entre los materiales que se pueden emplear en una habitación está el corcho, el cual es suave al tacto.
Para muchas personas puede sonar extraño colocar corcho en paredes o piso, pero este uso ha sido empleado desde hace décadas. Lo mejor del corcho es su variedad, y al contar con un personal que lo corte o instale, será mucho más simple.
Esa clase de trabajadores emplean herramientas muy filosas y punzantes, sin mencionar los adhesivos, martillos, y por supuesto los tablones de corcho. Ellos poseen los conocimientos necesarios para la preparación del terreno, acondicionándolo y limpiándolo de la mejor manera.
De igual forma, al momento de cortar el corcho deben llevar todos los implementos de seguridad. Estos prevén que ocurran accidentes laborales que pueden terminar mal, y en algunos casos el trabajador que incapacitado.
Es por ello que es importante que la persona encargada de cortar o instalar el corcho cuente con un seguro de accidentes personales. Esas son otorgadas por compañías aseguradoras, las cuales establecen montos fijos.
Las compañías aseguradoras suelen mostrar seguros transparentes y de confianza con cotizaciones que actúan en caso de accidentes que incapaciten al asegurado. Después de realizar una revisión médica, se expondrá la presencia de si dicha incapacitación es permanente o temporal, así como de la extensión en el cuerpo.
Cuando la persona muere a causa de un accidente laboral, y este llega a ser comprobable, se brindará un seguro de confianza. Para estos casos se emite una cotización que atiende todos los pagos referentes al sepelio del difunto.
Para que el asegurado pueda mantener el seguro al día, dispondrá de modalidades de pago anuales, mensuales, semanales, e incluso de jornada laboral o 24 horas.